Quiron... y la muerte

Quirón fue el mas juicioso, célebre y sabio de los centauros. Inmortal, pues era un hermanastro de Zeus, cultivaba las virtudes de la buena voluntad y de la prudencia. Amigo de los hombres, educó a Asclepio , a Aquiles, a Jasón y al propio Apolo en el arte de la medicina. Fue un medico célebre, e incluso practicó con éxito la cirugía.

El episodio que nos interesa rescatar es el de su muerte. Cuenta el mito que, mientras ayudaba a Hércules, fue herido accidentalmente por una flecha del héroe. Trató de curarse, pero las llagas causadas por las flechas de Hércules eran incurables. Quirón se retiró a su cueva deseoso de morir. No pudo lograrlo, pues era inmortal. Finalmente, Prometeo, que había nacido mortal, se avino a cederle su derecho a la muerte, y así Quirón encontró el descanso...

Asclepio, héroe y dios de la medicina, era hijo de Apolo y tenía como atributos dos serpientes enrolladas en un bastón (el celebre caduceo, que se ha conservado como símbolo de la medicina hasta nuestros días). Luego de una vida dedicada al arte de curar, que había aprendido de Quirón, terminó su vida de manera abrupta. En una de sus investigaciones, había descubierto que podía resucitar a los muertos dándoles a beber una parte de la sangre de la Gorgona (la otra parte era sumamente venenosa). No se sabe, porque el mito no lo cuenta, como descubrió Asclepio cual era la parte correcta... (cualquier similitud que el lector encuentre con las experimentaciones actuales en medicina, es totalmente valida).
La cuestión fue cuando Zeus se enteró de las andanzas pre-resucitatorias y resucitatorias del pobre Asclepio. El soberano del olimpo lo fulminó con un rayo, por ALTERAR EL ORDEN DEL MUNDO.

Es adecuado rescatar, por su validez actual notable, los significados de ambos episodios mitológicos en lo que se refiere al tema de la muerte. La sabiduría griega no considera que la muerte sea un enemigo implacable al que hay que vencer sino un DERECHO de los mortales que debe ser conservado como tal, un proceso de liberación que no debe ser ignorantemente interrumpido por experimentos o métodos cruentos, que finalmente pueden incrementar el sufrimiento en lugar de atenuarlo. Lo cual, de ser aceptado, podría también liberar a los médicos modernos de su rol pre-adolescente de salvadores omnipotentes.

Los procesos de la vida y de la muerte no han sido comprendidos por al ciencia materialista occidental. Por lo cual se encuentra hoy en una situación de impotencia y confusión equivalente a la de los constructores de la torre de babel, quienes ansiaban llegar al cielo con una escalera de ladrillos. Jehová los castigo haciendo que ninguno entendiera lo que hablaba el otro. La confusión que reina hoy entre los equipos de investigación de las enfermedades incurables es muy similar. Cada uno tiene un “idioma” que con suerte, solo es comprendido por quienes integran el mismo equipo. Las brutalidades eléctricas, físicas y químicas que los equipos de resucitación infligen a los pobres cadáveres son escalofriantes. Nada que ver con la alta calidad de vida de un paciente. Mucho menos, con la alta calidad de su muerte.

Carlos Tereschuk

(La revolución científica de Acuario, 2004)