Quiero

Acompañadamente solo me senté a mirar la vida,
¿A dónde vamos?, pregunté...
y nadie oyó.

Una carrera a “lo normal”,
Un laberinto a “lo común”
¿Y para qué?

Tantos sacrificios, tanta desazón...
¿A quién regalan sus esfuerzos?
¿Cómo soportan?

Aturdirse es un camino,
Aunque sin corazón.
Prefiero otro que encienda mi alma.


Quiero ver el amanecer, no luces de metal.
Quiero sentir un amor real que me inunde, no falsos te quiero.
Quiero vivir siendo conciente, no sobrevivir.
Quiero explorar la vida, no transitar caminos hechos.
Quiero que me besen unos cálidos labios, no cariño de plástico.
Quiero la paz, no inútiles guerras caprichosas.
Quiero comunicarme con la sabiduría que habita en las selvas, no agruparme en cajas de cemento.
Quiero ver a parejas felices, no caretas resignadas al hastío.
Quiero expresar mi espíritu, no cumplir condiciones.
Quiero hacer el amor, no que me aburran mostrándome la “correcta” forma de hacerlo.
Quiero decir lo que pienso, no lo que quieran escuchar.
Quiero comer cuando sienta la necesidad, no porque sea la hora.
Quiero sanar como sana un animal, no anestesiarme a pastillas legales.
Quiero verte y reconocer un ser con alma, no una maquina ambiciosa ciega de ilusorio poder material.
Quiero hacerte un regalo porque tenga ganas, no porque debo hacerlo.
Quiero trabajar si creo que vale la pena o si me hace bien o si sirve para algo, no porque todo el mundo trabaja.
Quiero que me digan la verdad, su verdad, no lo que me gustaría oír.
Quiero que alguien administre a la población, no que me dominen.
Quiero que me digan como conectarme con mi ser divino, no que me obliguen a aceptar a un dios.
Quiero aprender la historia de la gente que habitaba esta tierra, no la de los que llegaron de muy lejos.
Quiero creerte, no adivinar si estas diciéndome lo que piensas.
Quiero ayudar a construir lo nuevo con amor, no destruir lo viejo con odio.
Quiero perdonar y que me perdonen, no vivir de equivocaciones pasadas.
Quiero caminar sin miedo, no salir preocupado por si no regreso.
Quiero sonrisas, no caras arrugadas.
Quiero comida natural nutritiva, no nutrientes artificiales con gusto a comida.
Quiero personas que me acepten, no que finjan ser amigos por alguna extraña razón.
Quiero aprender lo que tenga ganas y como yo crea conveniente, no educación de rebaño con reglas incoherentes.
Quiero vivir el amor intensamente y con sentido a cada minuto, no promesas de un futuro dichoso.
Quiero ser feliz ahora, no cuando haya hecho todo lo supuestamente correcto para llegar a serlo.
Quiero aprehender, no repetir.
Quiero crear, no seguir instrucciones para hacer lo mismo que hicieron otros.
Quiero disfrutar de lo que el mundo ofrece, no calcular el precio para disfrutar de algo.
Quiero respirar aire limpio, no humo.
Quiero tomar agua viva, no liquido sabor lavandina.
Quiero que los microbios y bacterias pasen a través de mi cuerpo sin afectarme, no crear una guerra cuyo campo de batalla sea mi organismo.
Quiero escuchar a mi interior, no aturdirme con ruidos externos.
Quiero andar por el mundo del que formo parte, no tener que mostrar un documento aceptado que certifique que soy humano.
Quiero compartir, no acumular.
Quiero experiencias, no aburrida teoría.
Quiero celebrar que he crecido cuando lo sienta, no festejar cumpleaños año tras año.
Quiero adaptar mi cuerpo al lugar y clima en el que está, no pretender que todo un planeta se adapte a mis caprichos.
Quiero hacerte feliz si me dejas conocerte y me interesa, no comprarte para obtener lo que deseo.
Quiero poder para, no poder sobre.


Quiero creer que se puede...
Y poder hacer...