Cuestiones

Las elecciones que he hecho en el pasado me han conducido a obligarme a rendir exámenes en la facultad.
Exámenes que considero innecesarios, irrelevantes e inútiles para evaluar lo que se o lo que no.
Exámenes que convierten el gusto por saber en un fastidioso problema a solucionar.
Una prueba que examina mis conocimientos sobre temas que no importan...
Horas invertidas en aprender cosas que no sirven absolutamente para nada...
¿Para qué?

Lamentablemente para que la sociedad me considere “profesional”.
Necesito de un titulo universitario avalado por el gobierno de turno.
Solo así estaré autorizado legalmente para repetir teorías de otros.
Apto para justificar mi inoperancia.
¿Pensamiento propio?
No.

Está bien equivocarse en nombre de otros, pero que ni se me ocurra equivocarme en nombre propio. Quizás tenga que hacerme cargo de lo que hago. No. Para eso existe una institución que me avala y un cuerpo legal que autoriza mis practicas.
¿Incoherencia?

Desesperación, estrés, enfermedades, nervios...
¿Es necesario todo eso?
¿Qué representa esa nota en la vida de una persona?
¿Yo soy un 4, o un 7, o un 10?
¿Para quién?

Ayúdenme a pensar, por favor,
¿Cabe la posibilidad de ser mas feliz si en mi libreta resalta un promedio 10 aunque no conozca ni siquiera el nombre de mis compañeros?
Si yo repito sin error lo que ellos consideran importante para mi futuro desempeño profesional, ¿Seré capaz de juzgar por mi mismo cuando no los tenga frente a mi?
Que no sepa responder una pregunta, ¿Significa que no he aprendido nada?

Días, a mi entender, desperdiciados en resolver problemas que no existen...
¿Por qué no tratar problemas que si existen?

¿Acaso no es posible que haya otros caminos?

Quizás algún día pueda responder estas preguntas...