Imposible

IMPOSIBLE ES SOLO UNA PALABRA QUE USAN LOS HOMBRES DEBILES PARA VIVIR FACILMENTE EN EL MUNDO QUE SE LES DIO SIN ATREVERSE A EXPLORAR EL INMENSO PODER QUE TIENEN PARA CAMBIARLO.
IMPOSIBLE NO ES UN HECHO, ES UNA OPINION.
IMPOSIBLE NO ES UNA DECLARACION, ES UN RETO.
IMPOSIBLE ES POTENCIAL, IMPOSIBLE ES TEMPORAL.
IMPOSIBLE ES NADA.

domingo, 1 de junio de 2008

Vagabundo


Me levanto, si es que se puede alguien levantar de un lugar tan profundo. Respiro el agradable aire de la ciudad y desayuno mi necesario néctar para el frío. No digo a nadie buen día, hace años que ese adjetivo se ha ido de mi vocabulario. Recuerdo que hace un tiempo varias personas se quejaban del calor. Estoy helado. No resulta agradable el invierno cuando no se cuenta con un techo bajo el cual cobijarse. Ya ni siquiera pienso en paredes, un techo nada mas... , y mi mente me hace conciente de donde estoy. Vuelvo a beber, así no pienso. Acaricio al único ser que aun no se ha ido de mi lado. Gran amigo mi perro. Y digo mi perro por nombrarlo de alguna manera , ni siquiera es mío, creo que es al revés. Otro día por vivir, ¿Para que? Sentirme despreciado por los transeúntes es parte de mi rutina diaria. ¿Por qué no saludan? Creo que en algún lugar leí, si leí, aunque no lo crean se leer, leí que se habían declarado los derechos del hombre, pero me parece que tengo ausente en ese contrato. Sabia que me olvidaba de algo, pero jamás creí que al no asistir seria privado de lo minino que requiere un apersona para vivir dignamente.Dignidad, suena linda esa palabra, parece que indica algo importante. Repítanla conmigo en voz alta, DIGNIDAD, debe ser muy agradable tenerla. Ha salido el sol, la ciudad ya despertó, y yo, sobro. Camino entre las calles muy atento, quizás encuentro algo que engañe a mi estomago una vez mas. Se acabo mi néctar y comienzo a pensar otra vez. Ya no quiero, ya no quiero pensar, hablo en voz alta, maldigo, me peleo conmigo mismo hasta caer. Abatido, sollozando y sin aliento me revuelco por el piso esperando que la muerte se acuerde de mi, pero no. Y soy lo suficientemente tímido como para no ir a su encuentro. Escucho pasar miles de voces que me repudian. ¿Qué puedo hacer? Alguien que no veo me arroja unas monedas, tardo varios minutos en darme cuenta y me cuesta un esfuerzo impensado el recogerlas, así y todo, lo logro. ¿Sabrá esa persona que si no me diera sus sobras yo moriría? ¿Por qué no me deja morir? Me levanto. No se si por inercia y camino hasta un quiosco de mala muerte. Creo que la lastima es un arma devastadora en este planeta. Algo que, invento, tiene sabor a vino penetra en mi garganta y gracias a Dios, si es que tal cosa existe, sube directamente a mi cerebro. Estoy en paz. No se quien soy, ni donde estoy, ni que hago y mejor aun, ni siquiera me acuerdo de lo que podría ser o de lo que merezco por el simple hecho de pertenecer a la especie humana. Me duermo. Me levanto, si es que se puede alguien levantar de un lugar tan profundo...


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