Algunos lo vemos asi...

Tigres hambrientos nacidos en cautiverio incapaces de imaginar como es la vida en la selva.
Sonrisas inventadas.
Y serpientes enroscadas en el cuello con sabor a rencor viejo.

Frío de otoño.
Un bar repleto de ausencias.
Y montones de palabras mal ordenadas.

Buscadores de amor, incompletos, infelices.
Actores y actrices de una noche, rogando que el amanecer nunca llegue y que sus rostros no sean reconocidos.

Asco disimulado.
Incomprensión y rebaño rebautizado por “moda”.
Desesperación por aceptación.
Huida y desconexión, en todas sus formas.

Intoxicación, engaño y aparente felicidad.
Adornos.
Crueldad encubierta y discriminación desbocada.

Falta de control, miedo, ansiedad.
Alguna que otra amistad verdadera.
Y no mas de tres o cuatro Amores con mayúscula.

Premio consuelo por una semana desperdiciada en cumplir objetivos de otros.
Postergación de sueños propios, o carencia total de ellos.
Reproches, envidia, agresión y bronca.

Insatisfacción enmascarada,
Falsa diversión.
Y una infinita necesidad de reconocimiento de grupo.

Tristeza, amargura y soledad en el fondo de los vasos.
Descargas temporales vertidas en cariño comprado.
Y vuelta a empezar.

Falta de voluntad.
Presas aparentemente difíciles de conquistar,
Pero tan sin incentivo.

Nada.

Y deseos truncados.

¿Hasta cuando?