QUIZAS

Quizás porque todo cambia, nosotros cambiamos.

Quizás porque el agua que bebemos está clara y limpia, no nos importa contaminar los ríos.

Quizás porque nunca pasamos hambre, no nos importa tirar la comida que sobra.

Quizás porque no somos buenas personas, buscamos el mal en los demás.

Quizás porque no podemos abrir el corazón, imponemos que el amor no existe.

Quizás porque no derramamos lágrimas, creemos que los otros no sufren.

Quizás porque estamos tan acostumbrados no nos damos cuenta de las maravillas que nos rodean.

Quizás porque vivimos mirando el reloj, nos perdemos las ganas del instinto.

Quizás porque no conocemos todo el mundo, condenamos a quien no es como nosotros.

Quizás porque tenemos una casa despreciamos a quien vive entre las chapas.

Quizás porque descubrimos la luz artificial, dejamos de mirar las estrellas.

Quizás porque la vida es tan corta, tratamos de alargarla sufriendo.

Quizás porque no somos verdaderos amigos, no encontramos la amistad.

Quizás porque creemos que ser rico es ser mejor, el mundo se empobrece.

Quizás porque jamás oímos el silencio, nos aterran los cortes de luz.

Quizás porque no asumimos nuestras responsabilidades, nuestra vida es como es.

Quizás porque la única forma de no encontrarse a uno mismo es con ruido, nuestro planeta lo produce al por mayor.

Quizás porque nunca volamos, consideramos al pájaro un ser libre, sin saber que con AMOR superamos cualquier obstáculo.

Quizás porque la crítica se instaló en nuestras costumbres, esperamos que otros hagan lo que deberíamos hacer nosotros.

Quizás porque la vida aparece donde menos se lo espera, nos damos el lujo de desparramar muerte sin razón.

Quizás porque ya no soportamos la mentira, inventamos una verdad y creemos en ella.

Quizás porque la inseguridad aumenta, ponemos tantos candados en nuestro corazón.

Quizás porque la luz intensa daña nuestra vista, creemos que la oscuridad es segura.

Quizás porque Dios sabe lo que hace, no se preocupa por nuestros lamentos caprichosos.

Quizás porque ser bello es tan importante, ser feliz ocupa un segundo puesto, y amarse y aceptarse queda relegado a un triste y lamentable tercer lugar.

Quizás porque confiamos en nosotros mismos, triunfamos en la vida.

Quizás porque creemos en las casualidades, olvidamos lo que hay detrás.

Quizás porque vemos la perfección en el mundo, queremos ser perfectos.

O quizás, sólo quizás, somos perfectos porque podemos descubrir la perfección en el mundo.