Cuando escribo...

¿A quien puede importarle lo que yo puedo decir?

Me cuestiono casi siempre, una y otra vez, sobre las mismas cuestiones.

Y en cada ocasión, encuentro una respuesta distinta. Es curioso como estas cambian en relación a mis emociones, mis experiencias del día o el descubrimiento de una nueva alternativa. Todo sucede tan rápido que, a veces, no logro darme cuenta hasta mucho tiempo después.

Hace poco me sucedió. Estaba tan ensimismado de vida cotidiana que por poco olvido como vivir. De hecho lo olvidé durante algunos días, afortunadamente he vuelto a ser parecido a como era. No igual ya que eso sería la muerte, pero si bastante similar.

¿Cómo hacer para que esto no suceda?

No lo se, sólo intento darme cuenta. Sin embargo, ocurrirá nuevamente.

En lo que va de mi vida creo que solo me he ocupado de eso, día a día intento darme cuenta de algo... cada tanto me sucede que me olvido de lo que quiero darme cuenta, pero supongo que cuando lo averigüe ya me habré dado cuenta y no tendrá mucho sentido preguntarme por ello.

Mientras tanto el mundo sigue su curso normal, nada ni nadie capta lo que a mi me sucede a no ser que yo lo exprese.

¿No es eso maravilloso?

Nadie puede saber absolutamente nada sobre mi si yo no quiero que lo sepan...

El problema aparece cuando si quiero que lo sepan pero no soy capaz de expresarlo, o no se como, o son ustedes los que no quieren escucharme, o no pueden, o no saben como...

Intento refugiarme en la idea que en tal caso yo siempre seré libre de escribir. Por lo tanto, si alguien desea interesarse, no tiene mas que leer algunas líneas mías.

Lo bueno de este método es que no necesito obligar a nadie a escucharme. Cuando quieran pueden leerme y en caso de no entenderme llamar y hablar, o no... dependerá de nosotros.

De cualquier manera somos libres: yo de expresarme, ustedes de leerme y otros de ni siquiera interesarse en esto...