Tendido boca arriba
Miro el cielo.
¿Qué lindo sería volar?
Piensa una voz en mi cabeza.
¿Para qué?
Contesta otra.
Entonces observo:
El diálogo continua un rato mas.
¿Quién de esas voces soy yo?
Ninguna.
Sino como podría darme cuenta de que alguien está hablando.
Pero...
Así está mi cabeza todo el día...
Si yo no soy el que habla...
¿Quién es?
¿Cómo llegó allí?
¿Qué quiere?
Luego de un rato, cansado de esa charla inútil pido que se callen.
Y disfruto del cielo un rato más.
En silencio.
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