Imposible

IMPOSIBLE ES SOLO UNA PALABRA QUE USAN LOS HOMBRES DEBILES PARA VIVIR FACILMENTE EN EL MUNDO QUE SE LES DIO SIN ATREVERSE A EXPLORAR EL INMENSO PODER QUE TIENEN PARA CAMBIARLO.
IMPOSIBLE NO ES UN HECHO, ES UNA OPINION.
IMPOSIBLE NO ES UNA DECLARACION, ES UN RETO.
IMPOSIBLE ES POTENCIAL, IMPOSIBLE ES TEMPORAL.
IMPOSIBLE ES NADA.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

¿Progreso?


Aunque el proceso fue rápido tardé bastante tiempo en darme cuenta. Cuando sucedió aún no sabía si había sido como fue. La cuestión es que mi cuerpo comenzó a cambiar. De pronto, un tipo ágil y dinámico, alguien que jamás se estuvo quieto, paró. No se por qué indescifrable razón me detuve. Me estanqué, decidí quedarme quieto. No porque estuviera cansado sino porque así lo quiso alguna fuerza misteriosa. Lo cierto es que paré y comencé a pasar más tiempo en casa. Me alejé del ruido de la ciudad. A los pocos meses recogí mis cosas y me fui a la casa del campo. No se que habrá sido del departamento del centro, seguro que aún se preguntan por mi. Una vez en contacto con la naturaleza me vi obligado a pasar más tiempo al sol y al aire. Lentamente mi organismo se acostumbró a tal situación. También me acostumbré a saltear las comidas, finalmente sólo comía ensaladas cada dos o tres días. La última vez que estuve en la casa, vi con horror que mis manos parecían ramas de lo flacas que estaban (supongo que por la falta de comida). Pero estaba feliz, no tenía de que preocuparme y eso hacía que me agradara estar allí. Ahora, un poco tarde quizás, descubro que nunca debí marcharme. Lo cierto es que una tarde como tantas otras caminé por el sinuoso camino que conduce hacía el mirador. Un lugar maravilloso desde donde podía ver grandes extensiones de tierra virgen, húmeda y llena de vida, hermosa, pura, libre de contaminación humana. Caminé hasta allí, extendí mis brazos al aire que me golpeaba el rostro y respiré. Pero no como la mayoría de las personas. Ya no. Esta vez respiré desde lo profundo de mi ser, cada poro respiraba en mi haciendo fluir la sangre a lo largo de mi cuerpo flaco y desnudo. Miré al horizonte con el sol a mis espaldas y no pude mas que reírme al ver mi sombra recortada sobre la hierba. Realmente era un despojo: el pelo largo y enmarañado, las piernas delgadas casi unidas, al igual que mis manos sólo que estas estaban extendidas, mi torso, increíblemente derecho...

De pronto, el cielo se oscureció, una suave llovizna rozó mi piel humedeciendo el suelo. Lentamente hundí los pies en aquel relajante barro hasta que la conexión fue total. Los dedos como raíces penetrando en el corazón de la tierra. Cada uno de mis poros respirando como si fueran hojas y las manos extendidas al viento llegando hasta el infinito. Agua, tierra y aire, unidos en mi. Plenamente conciente de la transformación a la que estaba siendo sometido, agradecí y como respuesta obtuve un rayo enceguecedor que resplandeció en la inmensidad. Y allí, sumergido en la emoción al borde del mágico acantilado, me convertí en árbol. Todavía pueden verme meciendo mis manos-ramas al viento. Agradecido pero triste. Incapaz de reaccionar ante la amenazante coraza gris repleta de humanos que avanza hacia mi, regocijándose en su humo, riendo de mi soledad... desparramando su vida egoísta mientras yo vislumbro... mi agonizante muerte...


1 comentario:

Anónimo dijo...

¬¬ no se eh, se está muriendo?