Te fuiste desmembrando poco a poco ,
Año.
Estás muriendo y lo sabes.
Mueres indiferente a nuestros deseos,
Mueres porque es tu deber hacerlo.
En tu lugar una nueva semilla será plantada
Originando un nuevo ciclo
Con situaciones diferentes
Con proyectos, con personas.
No podemos evitar que desaparezcas,
Pero podemos recordarte.
No podemos evitar el surgimiento de nuevos días
Aunque si podemos elegir que hacer con ellos.
Has sido difícil, año.
Me has hecho crecer, has permitido que me enfrente a mi mismo varias veces.
Y ahora te escurres, dejando tras de ti una estela dorada.
Me ha costado entender ciertas cosas, me ha alegrado haber echo otras.
He aprendido,
he transitado por tus horas,
con desgano, con paciencia, con esperanza...
las fuerzas me abandonaron a lo largo de tus meses,
fueron duros, varios de ellos.
Sin embargo, no me quejo.
Aquí estoy, de pie.
Diciéndote adiós con la frente en alto.
Gracias por acompañarnos, año áspero que te vas.
Ansío conocerte, inexperto año nuevo,
Espero que mi alma asimile sin problemas tus caprichos
Y sea yo capaz,
De adaptarme al ritmo de tu andar.
Serás un año bueno, lo presiento.
Quizás me cueste entenderte algunas veces,
Supongo que es parte del juego.
Sigo en pie y caminaré, es mi compromiso.
Te saludo con el respeto que mereces:
¡Bienvenido año naciente!
Les deseo que el nuevo año les alegre el corazón, les encamine la vida y nos permita ser un poco más humanos cada día.